El testigo interior que tengo (el E.S) me está diciendo “te lo dije, debes tener tu propia revelación sentarte y leer. Y preguntarle a Dios, ¿que quisiste decir con esto?”
Abrir mi biblia y leerla me ha hecho darme cuenta que la Palabra es verdad, incluso ha generado en mi un deseo de seguir leyendo, cuando antes honestamente no la entendía o no seguía leyendo.
Yo aprecio mucho a mis maestros y es bonito cuando te enseñan y te dicen lo que Dios opina de ti, lo crees y de ahí viene la fe. Pero es mucho mejor cuando me siento, leo y me doy cuenta que está escrito es verdad y es para mi. Se convierte en algo mio.
Por eso puse esta imagen de una persona “trabajando la tierra” siento que cuando estoy sentada en clases, la tierra (que representa mi persona y mi corazón), está siendo arada y están cayendo semillas, pero hasta que me siento y descubro por mi cuenta lo que está escrito se vuelve una revelación mía y produzco un fruto.
No es malo que te enseñen pero tienes que llegar al punto de sentarte y arar tu tierra y sembrar la semilla tu mismo, esto se hará un habito y entenderás aún mejor las cosas.
NECESITAMOS NUESTRA PROPIA REVELACIÓN PARA PODER DARLE A OTROS DE LO QUE TENEMOS Y APRENDEMOS.

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