En el 2020 perdí a una de las personas más importantes en mi vida, mi abuelo.
Él es como un padre para mí y su pérdida me ocasionó un dolor muy grande. Después de su partida, tenía dudas de donde se encontraba ahora.
Hoy mientras me encontraba en el trabajo realizando unos artículos descubrí este versículo.
1 Tesalonicenses 4:13-18 “Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.”
Una de las cosas más dolorosas de experimentar la muerte de un ser querido es la idea de no volver a ver a esa persona.
Todo parece tan
definitivo; están todas las cosas que dijiste que desearías poder retirar y
todas las cosas que desearías haber dicho, pero no dijiste. No es así para el
cristiano.
Pablo reveló que todos los muertos en Cristo resucitarán primero, y luego los que quedemos nos reuniremos con ellos por la eternidad (1 Ts. 4:16-17).
Esto es reconfortante. Comprender esto hace que para el creyente la muerte no sea más que una larga separación.
La palabra "dormir" se refiere a los cristianos
que han muerto. Pablo dijo que todos los verdaderos creyentes en Cristo que ya
han muerto regresarán con Jesús cuando Él venga.
Pablo no estaba diciendo que es malo para nosotros los cristianos tener tristeza por las personas que amamos que han fallecido.
Él
estaba diciendo que no debemos entristecernos "como otros que no tienen
esperanza" (no creyentes). Es normal extrañar a las personas que amamos,
pero como cristianos, nuestra esperanza de reunirnos con esas personas en la
resurrección disminuye en gran medida el dolor y en realidad da consuelo.
¿Qué consuelo aporta la resurrección a los que estamos de luto? En primer lugar, elimina la finalidad de la muerte. Para quienes creemos en la resurrección, la muerte no es más que una larga separación. Nadie se ha ido realmente; sólo estamos separados, y habrá un reencuentro.
En segundo lugar, las Escrituras revelan que nuestros
cuerpos resucitados no estarán sujetos a los problemas que experimentamos aquí,
como enfermedades, deformidades y dolor. Por lo tanto, la muerte puede ser
vista como la puerta a una existencia mucho mejor. Por mucho que nos disguste
la salida de este reino, nos conduce a un reino mucho mejor. Eso es
reconfortante.
En tercer lugar, para creer en la resurrección, tenemos que
creer en Dios. La Palabra de Dios revela que aquellos que ya han fallecido están
ahora en un lugar de extrema bendición en la presencia de Dios, aunque todavía
no hayan recibido sus cuerpos resucitados. Por lo tanto, es reconfortante saber
que aquellos verdaderos creyentes que hemos perdido en la muerte están ahora
disfrutando de la presencia real del Señor (2 Co. 5:8 y Fil. 1:23). No
necesitamos afligirnos por ellos y lo que pueden estar perdiendo.
Te amo abuelo, sé que nos vamos a volver a encontrar, tu estas en el cielo disfrutando de la presencia del Señor y yo estoy en la tierra renovando mi mente y bendiciendo a otros. Esta es solo una separación momentánea. Cristo viene pronto. ☁️🤍
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